Desde Diciembre, 2014, me comprometí a recordar por qué he cambiado tanto, por qué aquel adolescente de 15 años con esa medida justa de inocencia, coherente y responsable de sus actos, involuntariamente modificó su personalidad. La síntesis del porqué sucedió la ruptura de mi primera y última relación fue clara: Dejé de ser Santiago, ese chico del blog.
Hasta la fecha, y con sumo esfuerzo, he tratado y cumplido con vivir en buena lid, porque las cosas se hacen bien, o ni merecen el intento de realizarlas. El nulo acercamiento con mi ex esta semana me hizo comprender que finalmente mis actos recobran y contagian malicia. Así como se percibe.
Y con malicia deberá perdurar.
Hoy dejo de preocuparme por el resto, hoy dejo de soñar para el resto. Me cansé del intento de ser recto, y sentirme subordinado. Me cansé de sentirme una pieza más del engranaje. Dejo atrás la particularidad de la fantasía instantánea y seré tan cuadriculado y oportuno cuanto me permita alcanzar mis objetivos. Porque serán mis objetivos, solo míos. La sinceridad y honestidad podrán tomar su merecido descanso, quizás salir a flote cuando sea necesario. Merezco ser egoísta, mi malicia lo permite. Mi productividad ya hueveó lo suficiente como para seguir oculto, carajo.
Mi lado afectivo descansará, 5 años trabajando sin cesar y sin mero resultado hacen que tome sus buenas vacaciones, por 5 años. 5 años para vivir en malicia, 5 años para joder tanto pueda joder. 5 años para reir tanto pueda reir. Porque tu lapso de 2 meses se convertirán en mis 5 años de duelo productivo.
Dejo de soñar, porque hoy trazo metas tangibles, metas egoístas y con malicia, como debe ser.
Y no habrá música que pueda calmarnos.
Y será tan visible que va a atemorizar.
Busca
Autor
- Santiago
- Nunca es tarde para retomar un blog, ¿verdad?
Archivo
-
▼
2015
(39)
- ► septiembre (5)