Viernes 3 Julio:
- ¿Recién llegas a casa? Mira que ya se dio la pedida de mano y ya cenamos.
- Disculpen, de modo improviso tuve un evento en el teatro al que debí asistir.
- Como fuese, no te escapas, estamos por dar el brindis, da al menos algunas palabras.
- Está bien.
"Buenas noches, intentaré ser breve, levanten sus copas y hagamos un brindis por esta pareja especial quien nos ha demostrado que a lo mejor existen etapas a seguir para consolidar una relación y porque se ha tomado el debido tiempo, años, para tomar el siguiente paso. Ejemplo para muchos. Asimismo, pido que perdure la independencia y el cariño entre ambos. No hay motivo para creer en roles, cada quien podrá asumir responsabilidades, siempre a la par. Los quiero".
No fui el único que dio algunas palabras, en realidad, la mayoría lo hizo. Mi madre enfatizó el rol único de la mujer en la crianza de la familia, mientras mi abuela, su rol exclusivo en los quehaceres de casa. Hasta la fecha considero que las mujeres de mi familia tienen un carácter decisivo y fuerte, muchas de ellas han sido pilares únicos en su familia y comunidad en épocas donde se suponía que el hombre era un ente necesario para sobrevivir. Sus mensajes en esta oportunidad, me dejaron tonto.
No hay motivo para que la nueva integrante se convierta en una súbdita y deba obediencia irracional a su pareja. No, no hay motivo. No lo quiero para ninguna persona que forme parte de mi familia.
50/50, o nada.
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Autor
- Santiago
- Nunca es tarde para retomar un blog, ¿verdad?