Estos últimos meses están llenos de actos impulsivos. He discutido con amigos, con compañeros de rotación, y del lado sentimental he pecado de confianza y de verborrea. Me explico, hace un mes di por hecho la posible existencia de algo cercano y tomé el primer paso para sincerarme quizás de la manera más explícita, se asustó y ausentó, se comprende. En otra situación, hace un día y tras pocos días de conocernos fue tal mi atrevimiento que le pedí una cita, una salida. Soy malo definitivamente al relacionarme con los demás, pero eso no justifica sabotear el posible inicio de una bonita amistad, pero lo hice. Confundí señales que creí eran propios de alguien que busca acortejar al otro, ahora entiendo que no necesariamente funciona así.
Tras estos eventos (y sentir cómo la cago por lo alto), consideré la idea de "hacerme bolita" y regresar a antiguas andanzas, fructíferas pero al fin y al cabo vacías. Sin embargo, estaría retrocediendo, y he progresado bastante: no desistiré el aprender cómo relacionarme con los humanos :v.
Así que para entender gestos universales, comenzaré por el que me trajo más dudas: un abrazo.
Pretendía detallar el planteamiento del problema, con su marco teórico y metodología, "a lo tesis", pero vamos, tengo parcial en pocas horas y el tiempo exige.
Siempre pensé que las muestras de cariño deberían ser reservadas para el momento oportuno. Aún cuando la persona a recibirlas fuese idónea, siento que el desgaste de los gestos hace que estos se vuelvan rutinarios y por puro compromiso. Viví rodeado con algunos familiares que lo podrían ejemplificar claramente, por eso decidí hacer buen uso de ellos. Sin embargo, mi tendencia fue al desuso y eso ha ocasionado distintos problemas de socialización.
Bajo estos antecedentes, actualmente los abrazos me incomodan. Los pocos abrazos que he dado ha sido por cortesía o porque en algún momento me he sentido lo suficientemente voluble y necesitaba expresarme. Lo poco que pude aprender de un reciente amigo es que el abrazo es un gesto bastante poderoso. Emite cordialidad, cariño, respeto, confianza, entre otras cualidades que espero aprender.
Sospecho que existen distintos tipos de abrazo, y ante esa duda, decido iniciar mi proyecto "abrazo". Tan sencillo como eso. 10 abrazos a 10 individuos/colectivos que merezcan contar su historia. 10 abrazos genuinos que despierten mi sentido de responsabilidad y cariño hacia los demás. Tengo miedo, eso sí...
Pero merezco el intento, lo sé.