Y Platón nos trajo al mundo

1 de abr. de 2012

Estábamos descansando en el sofá, abrazados. Me causaba gracia tu sonrisa, de esas sonrisas que salen cuando recuerdas una bonita experiencia, una persona, etc... no un chiste. Me causaba gracia y curiosidad.

- ¿Por qué sonríes? ¿Dije algo gracioso? jaja
- No, nada. Sabes, ¿recuerdas al sujeto que buscaba por Facebook?
- No, no me acuerdo (mentira, sí lo sé, intento fingir sorpresa).
- Pues mira, te enseño quién es (acerca la laptop). Trabaja a pocas cuadras...

Empieza a sonreír gradualmente, y yo lanzo una carcajada...

- Ya, jajaja, dime, ¿qué sucede?
- Jajaja, nada, solo que lo considero un amor platónico. No sé, como algo que sé que nunca sucederá porque estoy contigo y porque te amo.

En esos momentos, me trajo tal confusión escuchar eso, que lo dejé atrás.

¿Qué es un "amor platónico"? Alguna vez me dijeron que su base se muestra en el culto hacia alguien, un culto tan puro que eleva al hombre por encima de lo exterior. Un culto noble. Algunos sostienen que es una realidad transformada en una idea, es decir, no pasa de lo mental, lo imaginario (o lo escribo como una conclusión objetiva, o sencillamente es algo que quise creer en ese momento, jaja).

El sujeto mencionado no tuvo mayor trascendencia para mí, hasta que lo encontré en algún confín de la red. Ahí estaba, su foto de perfil mostrando esa sonrisa pícara y próspera calvicie, y me pregunté: ¿qué pudo verle a ese sujeto? Lo admito, tuve celos. Empecé a buscarlo por la red, encontré escritos tan profundos y vídeos en los que su voz me dejaba perplejo y emocionado. Amante de la fotografía, el deporte extremo, y a la vez, esa ternura con la que cantaba, eran características envidiables, de las cuales alguna me gustaría tener. Ahora puedo comprender el término "platónico", esa referencia a lo virtuoso.

Me resulta gracioso saber que tengo la dirección de su blog personal, ¿podré escribirte y exigirte que dejes atrás el puesto de amor platónico? No lo creo, y tampoco es necesario. Sabes, hasta me da ganas de compartir ese amor platónico.


25 de abril del 2015

Lo anterior fue un post-reciclado, guardado y que nunca publiqué. Y lo traigo a memoria porque es la segunda vez que tengo un amor platónico, la primera vez fue en el 2008. El primero acabó de la peor forma: dejé de admirarlo, perdió la calidad de "platónico" de forma tan apresurada y accidental. Lo único que extraño de esas épocas es que escribía y leía más.

Hoy, nuevamente me enfrento a un crush. Una persona grata que aporta ese sentido de sensibilidad que había olvidado tener. Lastimosamente, un posible acercamiento solo es producto del imaginario.

Un imaginario sin mayor relevancia, es probable.

Posted in . Bookmark the permalink. RSS feed for this post.

Leave a Reply

RETAZOS. Con la tecnología de Blogger.

Swedish Greys - a WordPress theme from Nordic Themepark. Converted by LiteThemes.com.